Escaneaba fotos de álbumes ya viejos, di con esta, con ellos portando una vitalidad única. Aquel momento inmortalizado o ya inexistente, con mi mano detrás acompañando 30 años después, por una mera casualidad.
Un momento que ya paso, que murió (esto me trae muchísimos recuerdos del libro de Roland Barthes "la cámara lucida")... lleva impregnada la nostalgia de ese joven momento, con el presente que acaba de pasar. La tecnología digital que hoy deja que pasen estas cosas, sorpresivamente, mágicamente, también genera una nostalgia tecnológica: de soportes, formatos y mucho mas ....
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